Al igual que lo hacía
Jorge Ángel Livraga quien se inventó un montón de títulos académicos para
impresionar a sus seguidores, sus antiguos alumnos: Francisco Javier Vilar
Rodríguez y Herminia Gisbert Ferrer, fundadores de la organización Sophia,
también se inventan títulos para aparentar ser más eruditos de lo que realmente
son. Y esto lo señaló un antiguo miembro quien escribió el siguiente artículo:
USURPACIÓN
DE GRADOS ACADÉMICOS
¿Por qué mentimos en
el afán de aparentar algo que no somos o que una parte de nosotros cree ser
pero que en realidad no lo es?
Cuando
entrabas por las puertas de Nueva Acrópolis Mallorca, la que luego se convirtió
en el Centro de Estudios Sophia y Fundación Sophia, te entraba una sensación de
que eras muy ignorante y no sabias nada, sobre todo si tenías 19 años como fue
mi caso.
Además
que el tratamiento de "profesor", "maestro", "las
cátedras", "conferencias", "cursos",
"biblioteca", "enseñanzas", etc. Todo eso te daba la
impresión de que entrabas en un centro de conocimiento y que tú ocupabas el rol
de estudiante.
Así
es, no digo que sea un lugar de grandes eruditos y que todos sus instructores
sean universitarios, pero el conocimiento forma parte de ese micro-mundo en el
que se vive ahí. Sin embargo ante la necesidad de aparentar lo que uno no es,
se puede llegar a falsear las cosas.
Y
esta reflexión no es sobre si unos u otros de los que dieron clases ahí se
presentaron como académicos sin serlo, cosa que ignoro y tampoco sé si es un
delito. Lo que quiero aquí es más bien profundizar sobre esa necesidad de
aparentar ser algo que no se es.
Lo
primero que me viene a la mente es que esa actitud denota una gran inseguridad
y falta de amor propio, porque el individuo que falsea su grado académico para
ser apreciado y reconocido por ello, sin realmente haber obtenido ese grado
académico, es alguien que se siente fatal consigo mismo por no haber conseguido
superar los años de estudio y las pruebas de disciplina, constancia,
concentración, etc., que se requiere para obtener ese título y que todos los
que se han sacado una carrera saben que se tienen que pasar.
Claro,
el problema en la asociación Sophia es que ciertamente el nivel de oratoria y
la aparente seriedad cuando se habla en público, queda debilitada por esta
falta de "títulos oficiales". Sin embargo en lugar de admitir lo que
uno es, con lo bueno y con lo "poco adecuado que se sepa", los
instructores prefieren inventar cualquier cosa.
Siendo
el primero de ellos su director, Francisco Javier Vilar quien pretende tener un
Doctorado universitario, y que es un iniciado egipcio reencarnado, y que habla
con maestros invisibles que le dictan los destinos de la organización, y por
ende de todos los que le siguen.
Desde
esta reflexión realizada al cobijo de la nocturnidad me apena el que personas
que ciertamente poseían gran valía, atormentados por sus más profundos miedos
infantiles y deseos pueriles hayan caído en la mentira y la falsedad,
ignorantes de que al hacerlo traicionaban lo más valioso que de ellos mismos
poseían: su honestidad.
Hoy
en día, según he oído ya se ha conseguido que muchos de los que otrora eran
estudiantes de la Fundación Sophia, se saquen carreras y posiblemente la
mayoría de los que se presentan como licenciados o maestros si lo sean, aunque no
lo sé, pero lo importante es que siempre des tu reconocimiento a las personas
por lo que son, no por sus títulos, posesiones o apariencias.
En
la Fundación Sophia encontrarán personas muy bien intencionadas pero también
dispuestas a todo para mantener su estatus de poder. Así es que mi consejo es
que miren, escuchen, investiguen todo por vuestra cuenta y saquen vuestras
propias conclusiones más allá de toda la parafernalias del ceremonial y de la
tendencia generalizada de unos u otros a ensalzar su figura; que si la miras
bien, son lo que son, ni más ni menos.
Abajo
les pongo una foto de Francisco Javier Vilar dando una conferencia en la Ciudad
de México y en donde él se presenta como "Doctor en Filosofía de la Educación"
tal y como se ve en la diapositiva al fondo.
Y
en la página web de la Fundación Sophia, él se presenta como "Master en
filosofía teórica y práctica, asesor filosófico” (ver link).
Y
abajo les muestro la presentación en Facebook de Herminia Gisbert en donde
también ella busca engrandecerse.
OBSERVACIÓN
DE CID
Todos los embusteros
que conozco se ensalzan mucho porque ellos saben que lo único que tienen para
impresionar al público es el personaje que se han construido y que presentan a
los demás.