Sobre
este asunto, Giordano quien fue miembro de las Fuerzas Vivas de Nueva Acrópolis,
nos contó lo siguiente:
« Allí
fue donde un instructor me dijo hace unos años que Blavatsky al final de su
vida se había convertido en hombre. Y también él mencionó que eso se debió
porque no pueden existir iniciados avanzados que sean mujeres, por todo eso de
los rayos y similares, y cuando una instructora le dijo sorprendida que si eso era
verdad, él le contestó diciendo que se fijara que no habían avataras mujeres.
Nadie dijo nada y se dio por sentado. Así es que ya vemos como es nocivo no
tener la información para ir a comprobar cuando te mienten de esa manera. »
OBSERVACIONES
Ese
instructor acropolitano está completamente equivocado porque para comenzar
Blavatsky siguió siendo mujer toda su vida como lo demuestra la mascara
mortuoria que se le hizo después de morir.
Y
en ninguna parte he leído que los rayos obliguen a ser hombre para volverse un
gran iniciado, y de hecho en varias ocasiones los instructores teosóficos
hablaron de mujeres que eran maestras e iniciadas avanzadas, como por ejemplo el
teósofo Damodar K. Mavalankar quien escribió un artículo al respecto el cual ustedes
pueden leer en este otro capítulo (ver link).
En
cuanto a la pregunta de por qué no ha habido avataras mujeres, la respuesta me
parece que se debe a causa del sexismo que todavía impera en las sociedades, ya
que el propósito de los avataras es de reavivar la flama de la espiritualidad
en grandes porciones de la población cuando esta flama comienza a flaquear, pero
si de por si los humanos no le prestan mucha atención a los avataras cuando son
hombres, entonces todavía le prestarían menos atención a los avataras si estos fueran
mujeres.
Imaginen
que Jesús en vez de haber sido un hombre hubiera sido una mujer, pues entonces nadie
le habría hecho caso. Y es por eso que las grandes iniciadas femeninas se
ocupan de otros asuntos.