EL CASTILLO DE RIBA DE SANTIUSTE

 

 
 

 
 
 
El castillo de Riba de Santiuste es una fortificación situada en la localidad de Sigüenza ubicada al norte de la provincia de Guadalajara en España.
 
Fue construido en el siglo IX por los moros con el fin de defender la zona de la conquista castellana. El castillo fue destruido en 1811 durante la guerra del Francés.
 
 
 
 
VIDEOS
 
En el primer video pueden ver el castillo desde una vista aérea, en el segundo video su autor recorre el camino terrestre para llegar a la entrada del castillo, y en el tercer video pueden ver el interior del castillo:
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
FINCA DE NUEVA ACRÓPOLIS
 
El castillo de Riba de Santiuste fue uno de los centros emblemáticos de Nueva Acrópolis, aunque actualmente se encuentra abandonado.
 
Enrique Calle Donoso compró este castillo que estaba en ruinas en el mismo lote que el castillo de Gálvez de Sorbe y el castillo de Alcolea de las Peñas; pagó unas 130’000 pesetas por cada uno de ellos en una subasta que hizo el Estado en el mes de febrero de 1973.
 
Enrique Calle era un simpatizante de Nueva Acrópolis y le prestó el castillo a esa organización para que hicieran en él cursos y otras actividades a cambio de que las Brigadas de Trabajo se lo reconstruyeran.
 
 
 
 
 
EXPLOTACIÓN LABORAL
 
De las ruinas de Santiuste ahora se erige un castillo francamente hermoso construido gracias a los jóvenes acropolitanos que se deslomaron para complacer a su gurú.
 
Ramiro quien trabajó ahí comentó lo siguiente:
 
« No me sentí a gusto en el cuerpo de seguridad, por lo que opté por pedir mi traslado a las brigadas de trabajo, pero en ellas lo pasé peor ya que era obligatorio ir a trabajar a la reconstrucción del castillo de Santiuste que estaba en ruinas.
 
Nos decían que teníamos el honor de poder hacer esa labor y el honor de pagar nuestra estancia allí, y por supuesto el de trabajar como esclavos excavando en el suelo y acarreando pedruscos.
 
Mientras nos deslomábamos al sol, cantábamos himnos acropolitanos, canciones de la Legión y otros temas por el estilo.
 
Para “controlar el astral”, Antonio Romero nos hacía formar en línea a toda la brigada y pasaba dándonos un bofetón a cada uno del grupo. Nosotros debíamos permanecer impasibles, y cuando él pasaba en sentido inverso le abofeteábamos también.
 
Siempre al inicio y al final de cualquier actividad se ponía y se besaba el estandarte, y se le saludaba hincando la rodilla izquierda en el suelo y bajando la cabeza y levantando el brazo con la mano extendida.
 
Ellos te hacen sentir como si fueras una célula de un organismo que está dedicado a la escuela acropolitana.
 
En las brigadas de trabajo no se podía contradecir al superior porque te decían que “una mano no pregunta sino que solo actúa y hace lo que el cerebro le ordena”. Y así lo hice hasta que un día comencé a cuestionarme por qué nosotros debíamos siempre ser el pie o la mano mientras que ellos siempre eran el cerebro.
 
(Respuesta de Cid: porque de esa manera los dirigentes de Nueva Acrópolis se aprovechan de sus súbditos.)
 
Y por este motivo me largué de Nueva Acrópolis porque estaba harto de ser un manojo con músculos al servicio de unos intereses muy poco espirituales. »
 
 
 
En las siguientes fotos pueden ver a militantes de Nueva Acrópolis trabajando como esclavos en el castillo que ellos estuvieron gratuitamente reconstruyendo.
 
 
 
 
 



 
 
 
 
Y yo les pregunto:
 
¿De qué les sirvió a estos individuos destrozarse físicamente para reconstruir ese castillo?
 
Eso le sirvió a Livraga, le sirvió a Delia, le sirvió a Donoso, pero a esos jóvenes no les sirvió de nada. Solo se dejaron explotar.
 
 
 
Miguel Martínez quien conoció personalmente al fundador de Nueva Acrópolis (Jorge Angel Livraga) sobre este asuntó comentó lo siguiente:
 
« Los jóvenes acropolitanos derramaron mucho sudor para poner el castillo en buenas condiciones.
 
En una reunión cerca de L'Aquila en Italia, hacia 1983, Livraga nos contó cómo los nuevos miembros fueron llevados al trabajo en el castillo hasta que cayeron al suelo por cansancio; y luego veían a los jóvenes de las Fuerzas Vivas del grupo que seguían trabajando y les preguntaban: ¿De dónde encuentran las fuerzas para seguir trabajando?
 
Y los jóvenes señalaron los símbolos de sus brazaletes. »
 
 
Los seguidores más fervientes de Nueva Acrópolis entran en una agrupación que se le conoce como las Fuerzas Vivas, la cual se compone de tres secciones:
 
   -  Las Brigadas Femeninas
   -  Las Brigadas de Trabajo
   -  Y el Cuerpo de Seguridad
 
Todos ellos están muy adoctrinados y el uniforme de las Brigadas de Trabajo es de color pardo con un brazalete anaranjado conteniendo el emblema de esa sección. Y este emblema se parece mucho al emblema que utilizaban las Brigadas de Trabajo Nazi:
 
 

 
 

 
Y es por esa chuchería que esos jóvenes se dejaron explotar y trabajaron como esclavos.
 
Esto les muestra lo manipulador que era Livraga y que lo siguen siendo los dirigentes de Nueva Acrópolis que solo buscan sacar lo más que puedan de quien se deje.
 
Y es por eso que para mí, ese castillo es la imagen del abuso que hace esa organización sobre sus seguidores.
 
 
 
 
 
 
 
UN CASTILLO CON ARMAS
 
Nueva Acrópolis pretendía que no tenía armas, pero cuando el periodista Pepé Rodríguez pudo visitar ese castillo, él atestiguó lo siguiente:
 
« A pesar de que Delia Steinberg, la directora de Nueva Acrópolis en España, asegura de que en invierno jamás van al castillo a hacer actividades; el día 26 de enero de 1985 acudieron al castillo una treintena de adolescentes de la filial de Zaragoza, por lo que pude hacer una rápida visita en su interior.
 
En una dependencia colgada de una pared había una carabina Remington y otra Winchester de repetición, ambas del calibre 22 mm, y una de aire comprimido. Como munición habría alrededor de setecientas u ochocientas balas del calibre 22 mm y algunas pocas del 9 mm.
 
En la pared vecina dominaba un decorativo conjunto de armas formado por una veintena de cuchillos de monte, un machete, una espada, un fusil Mauser, un fusil Cetme sin culata y diversas antiguallas.
 

 
 
 
Estas armas estaban al alcance de cualquier adolescente que podía llegar a ellas con solo traspasar la puerta que las ocultaba.
 
Y en otras dependencias encontré escudos abollados y espadas muy melladas por el entrenamiento caballeresco de los miembros más jóvenes del Cuerpo de Seguridad y de la Asociación Juvenil la Tabla. »
 
 
O sea que Nueva Acrópolis no solo es una secta que explota a sus Fuerzas Vivas sino que también le gusta jugar a las milicias.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

NUEVA ACRÓPOLIS DENUNCIADA POR EL PERIÓDICO LA VANGUARDIA

 

 
 
El siguiente artículo fue escrito por el periodista Carlos Novo y se publicó en el periódico español La Vanguardia del 6 de noviembre de 1985, y el sub-título dice: "Agresiones físicas, extorsiones, amenazas de muerte y uso de armas de fuego son las principales acusaciones contra esta organización".
 
Y constato que desde la década de los ochenta ya se le hacían las mismas acusaciones a Nueva Acrópolis que se le han seguido haciendo a los largo de los años en diferentes países.
 
 
 
 
 
 
 
 
Y a continuación se los transcribo:
 
 
 
 
DENUNCIA CONTRA NUEVA ACRÓPOLIS
 
Nueva Acrópolis ha sido denunciada por José Fuster, el padre de un antiguo miembro de esa asociación, y entre las acusaciones que se vierten hacia esa organización destacan las agresiones físicas, extorsiones económicas, amenazas de muerte y uso de armas de fuego, todas ellas han sido firmemente desmentidas por Nueva Acrópolis.
 
La policía barcelonesa está investigando el caso y tiene en su poder varios informes en el sentido antes apuntado. Sin embargo la investigación sobre las actividades de la asociación parece marchar a ritmo ralentizado.
 
Fuentes de la comisaría de Audiencia, donde se presentó la denuncia, minimizaron el alcance del asunto afirmando que: “se trata de un caso normal de amenazas entre particulares, algo muy usual”.
 
Pero otras fuentes policiales y expertos en sectas consultados afirman que esta es la primera vez en Cataluña que existe una denuncia firmada contra esta secta pro-nazi, considerada una de las más peligrosas.
 
Para estas fuentes, Nueva Acrópolis bajo su fachada de escuela de estudios filosóficos y esotéricos, esconde una ideología fuertemente ultraderechista. Sus emblemas, su ideario, su férrea jerarquía, sus uniformes, sus actividades paramilitares, que incluyen prácticas de tiro y largas marchas, sugieren el carácter pro-nazi de este grupo implantado en 34 países, de ellos la mitad en Europa y la otra mitad en Sudamérica.
 
Según informes aparecidos en diversos periódicos y revistas nacionales, los miembros de seguridad de la secta se entrenarían militarmente en el castillo de Riba de Santiuste, cerca de Sigüenza, que es un castillo reconstruido piedra a piedra con el trabajo de miembros de ese grupo.
 
 
 
Una denuncia con larga historia
 
La denuncia con Nueva Acrópolis tiene una larga génesis. Se inició hace meses, cuando José Fuster Lago, de 27 años, casado, trabajador de banca, quien lleva siete años como miembro de Nueva Acrópolis, y que estaba preparado para desempeñar una función de dirigente de esa organización, pidió darse de baja de esa asociación.
 
José Fuster Lago había ingresado en el grupo mientras se encontraba haciendo el servicio militar en Córdoba.
 
Después de múltiples presiones por parte de los responsables de Nueva Acrópolis para que no dejara la asociación, el 1 de octubre de 1985 el padre de José Fuster Lago, José Fuster Ramón, trabajador portuario, se presentó junto con un amigo en la calle Bruc 33 y tuvo una fuerte discusión con los dirigentes de Nueva Acrópolis a los que increpó con dureza porque no dejaban en paz a su hijo.
 
A las pocas horas de ese evento, Nueva Acrópolis reaccionó poniendo una denuncia contra José Fuster Ramón por coacción y amenazas. La denuncia firmada por Javier Sauna Vilchez, responsable del grupo en Barcelona, se tramitó en la comisaría de Audiencia.
 
El denunciado al enterarse de la acusación que Nueva Acrópolis le había hecho, presentó a su vez una denuncia contra esa organización a la que acusó de extorsión, amenazas y coacción.
 
Entre los documentos firmados por José Fuster Lago destaca una carta en la que explica las actividades abusivas de las que ha sido testigo, y añade: “por si algo me ocurriera a mí o a mi familia”.
 
Su carta dice:
 
“Al inicio de marcharme (de la secta) y ante la instancia de las llamados telefónicas de sus dirigentes, les di dinero para que me dejaran tranquilo, pero más tarde me negué por completo a seguir colaborando con ellos.
 
Un día me esperaron en la calle y me obligaron a que los acompañara con mi coche. Me amenazaron con que si no volvía a Nueva Acrópolis entonces me podría ocurrir alguna desgracia personal.
 
Como no les podía dar más dinero, me dijeron que entonces les diera algo que les pudiera ser de utilidad. Me propusieron que fuéramos a mi casa temprano (mis padres estaban de vacaciones) y que fingiéramos que nos preparábamos para ir a la playa para no levantar sospechas entre los vecinos. Así se llevaron algo de dinero, el tocadiscos, el proyector de cine y un sello de oro.
 
Otra tarde, después de varias negativas a darles más dinero, me esperaron a la salida de mi casa, llevándome cuatro de ellos detrás del laberinto de Horta para intentar convencerme por última vez, pero como no lo consiguieron entonces me agredieron para demostrarme de lo que en cualquier momento me podría volver a pasar.”
 
 
La carta también revela todo tipo de presiones psicológicas.
 
En otra ocasión, según explica el firmante, miembros de Nueva Acrópolis consiguieron localizarle y le sugirieron que reflexionase sobre si después de dejar la escuela había sido “feliz” o había vivido tranquilo.
 
Le dijeron que la única solución que tenía para recuperar la felicidad era volver con ellos de una forma definitiva, y dejar de lado todo aquello que le ataba a esa otra forma de vida “vegetal” que según ellos debía atormentarle.
 
José Fuster Lago manifiesta que otra de las amenazas consistió en acosarle con llamadas telefónicas en las que se le aseguraba que si no accedía a sus peticiones, entonces le alcanzaría su “venganza” encaminada a su descredito y a eliminarle, pues disponían de secretos de magia negra que le mortificarían.
 
Y también conseguirían que perdiese el empleo y que ganase el desprecio de su familia y amigos, con lo que se volvería un desequilibrado mental que acabaría suicidándose o falleciendo de muerte accidental, “ya que si yo no les pertenecía entonces no podría pertenecer a nadie más”, explicó el agredido.
 
En la denuncia presentada en la comisaría por su padre, José Fuster Ramón cuenta que “el objetivo final de Nueva Acrópolis es preparar a todos los individuos para acabar con lo que ellos consideran que atenta a los valores tradicionales y fundamentales de la sociedad”.
 
Y su hijo lo corrobora: “cada día tengo más miedo de encontrármelos, ellos han provocado mi desastre personal y familiar, y en realidad es lo que buscan” — él exclamó.
 
CARLOS NOVO
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIÓN
 
Aunque para algunos les parecerá difícil de creer el testimonio de José Fuster Lago, he encontrado otros testimonios de antiguas Fuerzas Vivas que dicen cosas parecidas sobre el acoso y la extorsión que reciben por parte de Nueva Acrópolis; y el periodista Pepe Rodríguez demostró que Nueva Acrópolis si tenía armas de fuego.
 
 
 
 
 
 
 
FOTO
 
Delia S. Guzmán, líder del grupo en Europa y brazo derecho del fundador.